Al acoso escolar también se le llama bullying y puede categorizarse como “una conducta agresiva con intención de dañar, repetidamente, que una persona o grupo infligen a otra u otras con menos poder” (Nansel 2001, citado en Ferguson), esta puede ser directa o indirecta, y relacionada con diversas formas de discriminación.
La frecuente violencia entre los compañeros se descubre con la existencia de un problema que desnivela la convivencia fundamentalmente en los centros educativos privados y públicos en particular en las secundarias y en el Nivel Medio Superior, los actos son “el maltrato físico o psicológico entre alumnos mediante golpes, burlas, rumores, hostigamiento, segregación y menosprecio. Esto es conocido como el bullying o acoso escolar.”
Sin embargo, la violencia es una conducta que hace que el agresor intimide al agredido, con tal de ser satisfecho en cuanto a su interés o para tener superioridad ante los demás. También podemos denominar que existen dos formas de hostigamiento que puede ser el maltrato físico y psicológico, el primero abarca desde los golpes, empujones, patadas, heridas, bofetadas y el segundo es desde las burlas, insultos, etc.
Los padres de familia, en muchos casos son los últimos en descubrir que sus hijos viven dentro de la violencia en su centro educativo, ya que en diversas circunstancias el estudiante puede llegar a mostrar ciertas actitudes que pasan por desapercibidas por los padres.
Estas son algunas manifestaciones que el joven puede presentar:
• “Cambios de comportamiento y humor.
• Tristeza, Llanto o irritabilidad.
• Pesadillas falta de sueño y/o apetito.
• Dolores somáticos, de cabeza, estomago o vómito.
• Perdida frecuente de sus pertenencias
• Aparición de hematomas o rasguños, excusando su origen en caídas o accidentes.
• Negación a salir de casa o relacionarse con sus compañeros.”
Finalmente, es importante que los padres de familia y autoridades atiendan esta problemática, que se ha estado viviendo en las escuelas ya que este es un factor importante que sea tomado en cuenta como deserción escolar, ya que los estudiantes al sentir tanta presión violenta por sus compañeros, deciden dejar de estudiar y en algunas ocasiones cambiar de escuela.
Fuentes consultadas
• “Carta del director”Revista de Educación y Cultura: Acoso escolar, Junio 2010 Nº 34, Pág. 64.
• Figueroa Milagros, “Acoso e intimidación escolar”, Revista de Educación y Cultura Nº 34, Junio 2010 Pág. 15-18.
• Ruiz Silvia “Superar el problema” Revista de Educación y Cultura: Acoso escolar, Junio 2010 Nº 34. Pág. 10-13.
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